A continuación os dejamos con las áreas básicas a tener en cuenta para una buena supervisión del aspecto académico de nuestros/as hijos/as.

1. El material. Es básico e nuestros/as hijos/as tengan el material escolar. El material escolar se considera: agenda, libros, cuadernos, lápices, bolígrafos, etc. Sin el material escolar básico no podrá seguir la lección en clase, no podrá realizar los ejercicios y no podrá realizar los deberes en casa. Por tanto, es imprescindible que nuestros/as hijos/as cuenten con el material necesario.

2. Motivación. La motivación es tener ganas de saber y conocer, tener interés, querer superarte, gustarte la asignatura, disfrutar aprendiendo, querer hacer cosas. Si existe motivación se produce un aprendizaje significativo, consiste en hacer un esfuerzo intencional para relacionar lo que van aprendiendo con lo que ya sabían. Si sólo estudian para aprobar o para conseguir algún premio su capacidad de aprender será pequeña. Si estudian para aprender cosas, disfrutar con lo que aprender o por superarse personalmente su capacidad de aprender será mayor. Debemos reforzar positivamente cada logro, aunque no sea lo que esperamos. Si en un examen de una asignatura que no se le da bien saca un 4, quizás debamos reforzarle ya que se habrá esforzado en estudiar y en sacar buena nota.

3. Presencia. Es importante estar con ellos/as durante la realización de sus deberes. Podemos observar si se frustran realizando los ejercicios o estudiando, escuchar lo que se dicen a sí mismos/as y poder rectificarles esos automensajes. Es muy importante que tengan una actitud positiva y una confianza en sí mismos/as sólida. Si piensan que no pueden, que no son capaces, que ellos/as no valen para eso, se desmotivan, se frustran y eso puede afectar a su autoestima.

4. Revisión. Debemos revisar cada día su mochila, su agenda y sus libros. Pueden traer notas importantes en la agenda, o circulares informativas de parte de la dirección del colegio. Además, transmitiremos control sobre su desarrollo académico y eso hará que él/ella también lo vaya desarrollando. Esta supervisión se irá retirando paulatinamente con la edad hasta desaparecer.

5. Lugar. Es importantísimo el lugar en el que estudian ya que influye en la concentración y atención. Siempre tiene que ser el mismo lugar, para que cree hábito y costumbre. El lugar ideal es: mesa amplia sin muchos elementos ni distracciones, una silla cómoda en una habitación sin distractores (teléfono, ordenador, televisión, nevera, etc), una buena iluminación, una temperatura adecuada.

6. Horario. Es imprescindible que el horario siempre sea fijo. Así podrá organizarse, evitaremos discusiones sobre los deberes y le ayudará a anticipar el momento de los deberes. Cuando llegamos del colegio, es importante que descanse un poco. Debe hacer los deberes a media tarde, ni inmediatamente después de llegar del colegio ni justo antes de cenar ni por la noche antes de acostarse.

7. Organización. Deben de tener una agenda en la que apunten los deberes: la materia, la página y los ejercicios; las fichas a realizar; el trabajo y la temática del mismo, etc. También deben apuntar los exámenes que tendrán de cara a poder prepararlos con tiempo suficiente. La organización también hace referencia al orden. Es importante que tengan ordenada la mochila, sus deberes, el material escolar, etc. Debemos insistirle en ello. En la mesa deben tener tan sólo lo necesario para realizar los deberes de una asignatura e ir guardando y sacando paulatinamente los materiales. Es importante el orden en el que se realizan los deberes. Es mejor empezar por algo sencillo, que se nos de bien para ir progresivamente complicando las materias y hacia el medio o el final de los deberes aborden los más complicados o los que menos les gusten. Eso hace que la motivación no decrezca y no se frustren y abandonen los deberes al comenzar a hacerlos.

8. Tutorías. Es importante que hablemos con los/as tutores/as de nuestros/as hijos/as al menos una vez cada año. Lo ideal sería que nos entrevistáramos trimestralmente. No debemos esperar a que el/la tutor/a nos llame para concertar una cita por algún comportamiento negativo. Así transmitiremos a nuestros/as hijos/as que sólo nos interesamos cuando se portan mal. Si nos entrevistamos con él/ella varias veces durante el curso, conoceremos su evolución, obtendremos información valiosa sobre nuestro/a hijo/a, recomendaciones,  transmitiremos interés al/a la tutor/a y a nuestro/a hijo, nos verá interesado/a sobre su rendimiento académico y eso hará que se motive.

 

 

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